Nada es Fortuito
La cigarra es un animal repleto de simbolismo: temas recurrentes son la resurrección, la inmortalidad, la realización espiritual y el éxtasis espiritual . Para los antiguos griegos y romanos, cantaba extáticamente, era sagrada para Apolo y estaba relacionada con las bacantes y ménades dionisíacas.
Los Tiempos Divinos
Las cigarras viven mucho tiempo en la sombra,
escuchando la tierra, bebiendo susurros del silencio.
Pero cuando emerge su tiempo,
cantan.
Y su canto no es solo sonido:
es invocación, revelación, liberación.
Por eso viven en nuestro logotipo.
Porque simbolizan la llegada del momento justo.
Porque nos recuerdan que el despertar ocurre desde dentro.
Y porque cada proyecto que florece aquí
canta desde un ciclo antiguo que vuelve a empezar.
Las cigarras anuncian el tiempo sagrado.
Y nosotras lo estamos escuchando.

Cuando cantan las cigarras, se abren los portales
Todo fue sincrónico. Toni venía de cerrar un ciclo con generosidad y coraje, y decidida, se entregó a construir su casita, creyendo en el valor de lo simple y lo esencial. Topándose con una sociedad que lleva mucho tiempo no sabiendo qué hacer con la sabiduría madura, que margina la experiencia cuando no cabe en moldes veloces y modernos.
Fué entonces que el Espíritu habló. Aunque a veces nos resistimos a escuchar. Llega el momento. Puertas se cerraron para que otras se abrieran. Lo que parecía caos fue revelación. Lo que dolía, se convirtió en ofrenda. Las cigarras lo sabían. Su canto nos recordó que cuando una piel ya no cabe, es hora de mudar. La serendipia hizo su trabajo. Y nosotras dijimos sí.
A veces, el Universo conspira con tanta precisión que sólo nos queda agradecer. Mayo 22 del 2025 fue uno de esos días. Rodeadas por el canto ensordecedor y ceremonial de las cigarras en Malinalco, trazamos durante una semana los cimientos invisibles de una alianza viva, nacida del corazón. En medio de proyectos que llegaron a su fin, entregamos nuestra petición al Espíritu, firmada y lista, en Chalma, el lugar que nos abriga y nos nutre.
Yo, tras casi diez años de servicio devoto al Fuego Sagrado, debí rendirme también. Sostuve demasiado. Fui sostén y escudo. Pero ser el corazón de una oficina que carga con los rezos de tantos, sin preveer, me convirtió en blanco de ataques energéticos. Caminé por territorios sagrados sin recordar sus reglas. Porque estaba tras bambalinas y no reconocí la amenaza de ser sostén. Lo que para muchos es invisible, para nosotras es el pan de cada día.
Así nació Alianzas de Corazón Raíz. No como un plan, sino como una respuesta a lo inevitable.
Porque cuando el alma escucha, el camino aparece. Deseo, desde lo más profundo, que lo que hemos tejido pueda llegar a las personas que lo necesiten. Que sirva como un respiro. Porque todo lo que hacemos, lo hacemos con amor y con fe en que puede ser útil. Con cariño,
~ Leticia