SERIE: ARREBATO DEL ALMA




La vida no avanza en línea: respira en umbrales. Somos quienes cruzan puertas invisibles—infancia, juventud, madurez, ancianidad—y en cada pasaje se decide algo de nuestro destino.
En en la Sierra Madre Occidental, una comunidad de las montañas de Mezquitic, un joven wixárika recibe el llamado de peregrinar a Wirikuta. Es su primera peregrinación, el ayuno y el silencio lo vuelven ligero; la noche se abre en estrellas y el canto de los sabios mayores lo acompaña mientras cruza el umbral de la infancia a la adultez.
A miles de kilómetros, un adolescente budista se rapa la cabeza y viste la túnica azafrán. Entre lágrimas y orgullo, su madre lo entrega a la comunidad que lo acogerá como novicio. El silencio del templo se vuelve su nueva morada.
Y en una aldea amazónica, un muchacho bebe la amarga decocción de la planta maestra. El fuego arde en el centro de la maloca, los cantos icaros tejen visiones, y la selva le habla como nunca antes.
Son geografías distintas, lenguas diferentes, paisajes irrepetibles. Pero todos comparten la misma arquitectura invisible: la del rito de paso.
La estructura universal del tránsito
Arnold van Gennep, en su clásico The Rites of Passage (1909), descubrió que toda iniciación sigue un mismo ritmo: separación, liminalidad y reincorporación. Primero, el individuo se aparta de lo cotidiano: el ayuno, el retiro, el silencio. Después atraviesa el espacio liminal, donde todo se confunde y la identidad anterior muere simbólicamente. Finalmente, retorna a la comunidad, transformado y reconocido en su nueva condición.
Victor Turner, en The Ritual Process (1969), llamó a este estado intermedio “communitas”: una experiencia de igualdad y unión que trasciende jerarquías y roles, recordándonos que somos más que individuos aislados: somos parte de un cuerpo mayor.
Así, lo que parece disperso —el samskara hindú, la confirmación católica, la Danza del Sol lakota, el noviciado budista— responde a un mismo arquetipo humano.
Apropiación y resignificación: el control del umbral
Las religiones institucionales, especialmente bajo el influjo colonial, domesticaron este poder. El ayuno se transformó en cuaresma y penitencia reglada. La ingestión de plantas o alimentos sagrados se codificó como la primera comunión, reducida a una hostia consagrada. La purificación acuática —tan antigua como los ríos del Ganges o los manantiales de Chalma— se normalizó en el bautismo.
Mircea Eliade, en Rites and Symbols of Initiation (1958), advierte que el rito deja de ser un diálogo con lo invisible para convertirse en instrumento de disciplina. Lo que antes era un camino hacia lo divino directo se convierte en un rito institucional que exige intermediarios.
La apropiación fue sistemática: tomar lo universal, imponerlo bajo una narrativa única y borrar la diversidad de los pueblos.
Las voces que resisten
Sin embargo, los pueblos han custodiado sus ritos como semillas de fuego bajo la ceniza. En México, el temazcal renace como matriz de purificación y renacimiento. En los Andes, las wachumas y ayahuascas siguen revelando visiones de la Tierra viva. En África, el paso a la adultez aún se acompaña de cantos y danzas nocturnas que resuenan con los ancestros.
Incluso en contextos urbanos, jóvenes buscan alternativas: círculos de hombres y mujeres, retiros de silencio, ceremonias de cacao. En ellos resuena la intuición de que la vida necesita umbrales claros, momentos en que una comunidad reconoce la transformación de sus integrantes.
El vacío contemporáneo
¿Qué ocurre cuando estos ritos faltan? Psicólogos y antropólogos lo han advertido: una sociedad sin ritos de paso genera adultos que no saben atravesar el dolor, el amor ni la muerte. La violencia, la adicción y la soledad pueden leerse también como síntomas de una humanidad huérfana de ceremonias.
Stanislav Grof, en The Adventure of Self-Discovery (1988), observa que muchas crisis contemporáneas son “emergencias espirituales”: momentos liminales sin contención ritual. Lo que en otras culturas se vivía en comunidad, hoy se experimenta en soledad, con la sensación de estar perdido.
Restituir el umbral
El llamado de este tiempo es claro: recuperar el poder de los ritos de paso. No se trata de repetirlos de forma mecánica, ni de caer en apropiaciones superficiales. Se trata de restituir su sentido: caminar juntos hacia los umbrales de la vida con presencia, gratitud y comunidad.
El ayuno puede vivirse como silencio voluntario en medio de la ciudad. El agua puede ser recibida como bautismo íntimo en un río, un mar o una lluvia. El alimento sagrado puede ser compartido en un círculo familiar donde cada bocado es reconocido como medicina.
Las iniciaciones no han desaparecido: laten en nuestra memoria ancestral, esperando ser reconocidas y honradas de nuevo.
Coda poética: volver al círculo
Imaginemos que el joven wixárika regresa de Wirikuta con los ojos encendidos por el sol naciente. El novicio budista respira en silencio bajo el árbol del monasterio. El muchacho amazónico despierta con el canto de los pájaros y sabe que ahora es parte de algo mayor.
Cada uno ha atravesado el umbral y vuelve distinto. Cada uno recuerda que el rito no es adorno, sino geografía del espíritu.
Mientras existan ritos de paso, la humanidad recordará que la vida no es línea recta: es un tejido de umbrales, y en cada paso, el alma vuelve a nacer.
El umbral en llamas: una escena compartida

Bibliografía
- Van Gennep, Arnold. The Rites of Passage. University of Chicago Press, 1960 [1909].
- Turner, Victor. The Ritual Process: Structure and Anti-Structure. Aldine Transaction, 1969.
- Eliade, Mircea. Rites and Symbols of Initiation: The Mysteries of Birth and Rebirth. Harper & Row, 1958.
- Bell, Catherine. Ritual: Perspectives and Dimensions. Oxford University Press, 1997.
- Grof, Stanislav. The Adventure of Self-Discovery. State University of New York Press, 1988.
- Testimonios indígenas recopilados en: Stoller, Paul. Embodying Colonial Memories: Spirit Possession, Power, and the Hauka in West Africa. Routledge, 1995.
- Relatos contemporáneos de ritualidad en: Harner, Michael. The Way of the Shaman. Harper & Row, 1980.




