Volver a mirar hacia quienes vinieron antes
Quizá no tengamos el poder de cambiar el mundo entero de un día para otro. Pero sí tenemos la capacidad de reparar los hilos que nos unen con quienes ya caminaron antes, con quienes abrieron senderos que hoy pisamos sin darnos cuenta.
Volver la mirada a las personas mayores no es solo un acto de gratitud. Es un acto de sabiduría. Ellos y ellas cargan en su silencio lo que muchas veces ya hemos olvidado: cómo afrontar el dolor, cómo vivir con poco, cómo esperar con paciencia, cómo hacer comunidad.
No es coincidencia que tantas culturas ancestrales consideren que las decisiones importantes deben pasar por quienes tienen canas. Su ritmo, sus pausas, su memoria no son un estorbo: son equilibrio. Son un recordatorio de lo esencial.
En una época que idolatra lo nuevo y lo rápido, reaprender a escuchar al que habla lento y desde lejos puede ser el gesto más revolucionario.

UN GRANITO DE ARENA
Un llamado íntimo
– Pregunta. Acércate. Llama a ese abuelo que ya no ves.
– Escucha a la anciana que siempre quiso contarte cómo hacía el pan.
– Detente. Visita esa biblioteca vacía. Pregunta por el libro que alguien subrayó con lápiz hace cuarenta años.